Periodismo digital: los errores del pasado marcan el futuro

El otro día publiqué en media-tics.com un artículo titulado «¿Y si la transformación digital de los medios fuera un enorme error?», donde hablaba de un artículo académico que planteaba un cambio de rumbo en la creencia del «digital first»: tal vez el papel no esté (tan) acabado… e incluso puede que no sea necesario que todos los medios se transformen en medios digitales. Casi nada.

Los autores del trabajo, Iris Chyi y Ori Tenenboim, de la Universidad de Texas, explicaban que la gente sigue dando valor al papel, ya sea porque se trata de un producto físico, tangible, o porque la experiencia de consumo es satisfactoria. De hecho, dicen que algunos estudios demuestran que es más satisfactoria que en esas webs plagadas de anuncios que impiden ver el contenido y ralentizan el funcionamiento de esos diseños tan poco cuidados… Y me lo creo: hay veces que entras a la web de un periódico y sólo ves anuncios. Esto no es lo que habíamos acordado…

Chyi y Tenenboim plantean cuatro puntos de reacción a este dilema «digital sí o no»:

1. Asumir que no todos los medios podrán adaptarse al mundo digital.
2. Aceptar productos periodísticos menos rentables que un periódico.
3. Dedicar el dinero a crear nuevos productos nativos digitales, en lugar de derrocharlo tratando de crear webs muy modernas (o eso piensan) de periódicos centenarios.
4. Instaurar paywalls que expliquen al usuario que esas noticias de la Red tienen un valor, un precio. Y que debe pagar por consumirlas como haría en el papel.

Los investigadores también hablan del pasado: piensan que la situación actual de los medios se debe a los errores cometidos en estas dos primeras décadas de periodismo digital. Y es ahí donde quiero profundizar aquí (en mi artículo, que puedes leer en media-tics.com, te cuento mucho más ;).

Siempre he pensado que va contra las normas más elementales del mercado cobrar por un producto en un soporte y regalarlo en otro. Va contra las normas porque es absurdo y contraproducente para tu producto: ¿qué cliente está dispuesto a pagar por leer noticias en un periódico si ese mismo periódico se las regala en Internet? Es un ridículo que ha matado a algunos medios. Y ahora, casi 20 años después, están tratando de salvar los muebles a toda velocidad. A pesar de que Chyi y Tenenboim digan que todavía no es tarde para reaccionar, yo pienso que sí es tarde, al menos para algunos medios. Y es bastante sencillo:

1. Los medios condenados a desaparecer se encuentran entre dos aguas: siguen vendiendo un producto analógico a un público de usos y costumbres analógicas (bien) mientras tratan de adaptarlo al mundo digital para un público de usos y costumbres digitales (difícil). Aquí pesa el concepto de marca: algunas cabeceras, y más cuando demuestran en portada determinados comportamientos, están irremediablemente asociadas a otra época. Se lo van a tener que trabajar mucho si quieren llegar a los jóvenes, únicos garantes de la sostenibilidad del medio en el futuro (pero en soporte digital).
2. Los medios siguen luchando por salvar dos modelos de negocio que no son compatibles: el papel y la web. No lo son según el planteamiento actual: cobro papel, regalo web. Es cierto que la regalan porque no pueden cobrarla, pero es que la web no aporta nada nuevo. Es más de lo mismo: es el papel. Y todos sabemos que Internet es otra historia y que allí no funciona la traslación literal del mundo físico: tiene sus normas, sus leyes, su lenguaje, sus necesidades. Tiene su propia identidad. Cuando compras en Amazon, ¿de verdad piensas que todo ese proceso se parece mínimamente a lo que supone comprar en una tienda física? Voy a ir más lejos: ¿de verdad no ves ninguna diferencia entre comprar en El Corte Inglés y comprar en elcorteingles.es? Pues eso.
3. El público. El eterno dilema, pero es que tratan de vender a los jóvenes digitalizados contenidos en los que no tienen el más mínimo interés. Y para intentar seducirlos llenan sus páginas de Facebook de noticias sobre sexo, Pokémon Go y virales varios. ¿Qué consiguen con eso? Arrancar algún «me gusta» y demostrar al público que paga por ese periódico que la calidad está en entredicho. Estás entre dos aguas que son incompatibles: ¿eres un periódico serio o un folleto sobre sexo? Decídete y no seas tan básico: incluso los jóvenes quieren contenidos de calidad, pero de su interés (o de su interés, pero de calidad ;).

No soy partidario de sacar defectos sin aportar soluciones. Ahí van algunas:

1. Reconversión del papel: no me cuentes en el diario de mañana lo que he leído hoy en tu web. Mañana querré leer en el papel algo nuevo, algo que profundice la noticia que me has dado hoy mientras ocurría. Otro punto de vista, datos adicionales… Y ve asumiento que tarde o temprano el papel dejará de ser diario.
2. Mejora de la estrategia multiplataforma: si puedes mantener el papel, hazlo. Pero usa bien tus recursos: no me cuentes lo mismo en el papel y en la web. Busca la forma de combinar bien lo que tienes y retroalimenta tus plataformas con cabeza. ¿Conoces la narrativa transmedia? Juega con eso.
3. Mejora tu estrategia digital: tienes que estar en Facebook y es obvio que ahí están los jóvenes y que tienen su intereses. Lo entiendo. Pero cuando buceas la página de un periódico te dan ganas de llorar: no publiques chorradas para arrancar un «me gusta» que no te dará dinero (ni lectores a largo plazo). No utilices las redes sociales para promocionar tu web: utiliza las redes sociales como patas de una estrategia más amplia en la que aporten algo según su posición. Haz participación, contenidos más breves de tus contenidos de otros soportes, etc. Pero no publiques chorradas. Gracias.

Si los medios no se toman en serio a sí mismos, nadie entre público lo hará.

maossoriovega

Especialista en Comunicación Digital, Diseño Web y Social Media. Periodista. Emprendedor digital. Llevo dos décadas emprendiendo en Internet. Tengo 32 años.